La flor y el volcán: cómo el Eyjafjallajökull alteró la industria keniata de las flores

  • Reference: P-1106

  • Year: 2010

  • Number of pages: 8

  • Geographic Setting: Africa

  • Publication Date: Jun 23, 2011

  • Source: IESE (España)

  • Type of Document: Case

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Description

En la mañana del 19 de abril de 2010, el señor Eduard Ngugi, gerente de la finca de rosas Uraidi, se planteaba qué hacer con las rosas que, durante dos días ya, colmaban la cámara frigorífica. Para entonces, las flores, sedentes en aquel cuarto frío situado a orillas del keniata lago Naivasha, debían estar en camino hacia los hogares de los clientes de Europa occidental. Sin embargo, la erupción explosiva del volcán islandés Eyjafjallajökull, acontecida el 14 de abril, había dejado en tierra todos los vuelos de Nairobi a Europa. Así, el señor Ngugi no podía enviar las rosas de su finca mediante transporte aéreo al mercado de subasta de flores celebrado en Aalsmeer (Países Bajos), desde donde se distribuirían por toda Europa. Con una superficie cultivada de 20 hectáreas, la finca de rosas Uraidi era capaz de suministrar entre 160.000 y 180.000 tallos de esta flor cada día. Tras oír la noticia del cierre del espacio aéreo europeo, el señor Ngugi había detenido todo el trabajo relacionado con la cosecha durante dos días. Sin embargo, había llegado el momento de despejar la cámara frigorífica para hacer sitio a un nuevo lote de rosas frescas procedentes de la finca. El señor Ngugi había recibido la promesa de poder volar desde Nairobi hasta Vitoria (España) el 19 de abril por la mañana. De este modo, tendría la posibilidad de enviar el lote de rosas que esperaba en la cámara frigorífica a Vitoria, en primer lugar, y, posteriormente, transportarlo en camiones frigoríficos para hacer que estuviera en Aalsmeer el día 20 de abril a mediodía. Las rosas no se subastarían hasta la mañana del 21 de abril. Al señor Ngugi le preocupaba que las rosas estuviesen marchitas cuando llegasen al mercado de subastas, vendiéndose a un precio muy bajo. Además, utilizar este procedimiento de envío supondría un coste de transporte adicional. Sin embargo, no disponía de demasiadas alternativas: o tomaba el vuelo, o utilizaba las rosas como forraje para el ganado.