Exprimiendo dinero de Parmalat

En la oficina central de Parmalat, en Collecchio (Parma), la alta dirección intentaba desesperadamente rescatar al Grupo, negociando una aportación en efectivo de 3.000 millones de euros con fondos LBO, Blackstone y KKR, y el brazo bancario de inversión de Deutsche Bank. A finales del año 2003, el Grupo Parmalat era la octava agrupación industrial de Italia y, muy probablemente, también internacionalmente. Con casi 37.000 empleados, 139 centros de producción en treinta países de los cinco continentes, unos ingresos en exceso de 7.600 millones de euros a finales de 2002, un EBIT de 600 millones de euros y un mercado de capitalización de 2.300 millones de euros; Parmalat fue una de las mayores compañías de elaboración de alimentos en el mundo y un líder de renombre en UHT en la producción láctea. Con anteriodridad a estos hechos, pocos analistas habían dudado de la solidez de la financiación del Grupo, y nadie podía imaginar las dimensiones del problema financiero que pronto se descubriría.